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Seminario Reina Valera
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5. La Trinidad de Dios Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado. 5. La Trinidad de Dios por Lewis Sperry Chafer
A.
EL CREER EN La
creencia de que existe un ser divino mucho más grande que el
hombre, ha sido común en todas las culturas y civilizaciones. Esto
se debe, en parte, al hecho de que el hombre razona que tiene que
existir una explicación para nuestro mundo y para la experiencia
humana y que sólo un ser superior al hombre serviría para poder
explicarlo. El hombre, intuitivamente, por su propia naturaleza
religiosa, propende a buscar un ser que de algún modo es mucho más
alto y superior a él. Esto también puede ser explicado, en parte,
por la obra del Espíritu Santo en el mundo y que se extiende a toda
criatura, una obra que se designa en Teología como gracia común,
en contraste con la obra especial del Espíritu relacionada con la
salvación del hombre. El moderno fenómeno de muchos que afirman
ser ateos surge de la perversión de la mente humana y la negación
de que es posible cualquier explicación racional del universo. De
acuerdo con esto, Sal.
14:1 1
Dice el necio en su corazón: No
hay Dios. Se
han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien. Ordinariamente,
el hombre no busca pruebas de su propia existencia, ni de la
existencia de las cosas materiales, que reconoce por sus sentidos.
Aunque Dios es invisible en su persona, su existencia es tan
evidente que los hombres por lo general no requieren pruebas para el
hecho de Dios. La duda de la existencia de Dios es debida
evidentemente a la perversidad del propio hombre, a su ceguera y a
la influencia satánica. La evidencia de la existencia de Dios en la
creación es tan clara que el rechazarla es el fundamento de la
condenación del mundo pagano, que no ha escuchado el Evangelio. Según
Romanos 1:19-20, es «porque
lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó,
porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas». La
revelación de Dios mediante los profetas, antes de que Aunque
los antiguos filósofos griegos ignoraron la revelación bíblica,
no habiéndoles sido familiar, hicieron, sin embargo, algunos
intentos para explicar nuestro universo sobre la base de un Ser
superior. Varios sistemas de pensamiento han evolucionado: 1) el
politeísmo;
es decir, la creencia en muchos dioses; 2)
hilozoísmo,
que identifica el principio de la vida encontrado en toda la creación
como siendo Dios mismo; 3)
materialismo,
que arguye que la materia funciona por sí misma de acuerdo con una
ley natural y no es preciso ningún dios para su funcionamiento,
teoría que apoya el moderno evolucionismo; y 4)
panteísmo,
que sostiene que Dios es impersonal e idéntico con la propia
Naturaleza, y que Dios es inmanente, pero no trascendente. Existen,
así, muchas variantes de tales conceptos respecto a Dios. Argumentando
en favor de la existencia de Dios, procediendo de los hechos de la
creación, aparte de la revelación de 1) El
argumento ontológico;
sostiene que Dios tiene que existir, porque el hombre universalmente
cree que existe. Esto, a veces, es llamado un argumento a priori. 2) El
argumento cosmológico;
mantiene que todo efecto necesita tener una causa suficiente, y, por
tanto, el universo, que es un efecto, tiene que haber tenido un
Creador como causa. Implicada en este argumento está la complejidad
de un universo ordenado, que no pudo haber tenido existencia
accidental. 3) El
argumento teológico;
resalta que cada diseño tiene que haber tenido un diseñador, y
como la totalidad de la creación está intrincadamente diseñada e
interrelacionada, tuvo, por tanto, que haber tenido un gran diseñador.
El hecho de que todas las cosas funcionen juntas, indica que este
diseñador ha tenido necesariamente que haber sido uno de infinito
poder y sabiduría. 4) El
argumento antropológico;
arguye que la naturaleza y existencia del hombre resulta
absolutamente inexplicable de no ser por la creación de Dios, quien
tiene una naturaleza similar, pero mucho mayor que la del hombre.
Implicado en este argumento está el hecho de que el hombre tiene
intelecto (capacidad para pensar), sensibilidad (capacidad para
sentir) y voluntad (capacidad para realizar la elección moral). Tal
extraordinaria capacidad apunta hacia el Uno que tiene similares
pero mucho mayores capacidades y que ha creado al hombre. Aunque
estos argumentos en favor de la existencia de Dios tienen
considerable validez y el hombre puede ser justamente condenado por
rechazarlos (Ro. 1:18-20), no han sido suficientes para llevar al
hombre en la apropiada relación con Dios o producir una fe real en
Dios, sin la asistencia de la completa revelación de Dios,
confirmando todos los hechos encontrados en Ro.
1:18-20 18
Porque la ira de Dios se revela desde
el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que
detienen con injusticia la verdad; 19 porque lo que de
Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,
siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa. B.
En
general, el Antiguo Testamento recalca el énfasis de la unidad de
Dios. Ex.
20:3 3
No tendrás dioses ajenos delante de mí. Dt.
6:4 4
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios,
Jehová uno es. Is.
44:6 6
Así dice Jehová Rey de Israel, y su
Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el
postrero, y fuera de mí no hay Dios. Un
hecho que también se enseña en el Nuevo Testamento. Jn.
10:30 30
Yo y el Padre uno somos. Jn.
14:9 9
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que
estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el
Padre? Jn.
17:11, 22-23 11 Y ya no estoy en el
mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a
los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así
como nosotros. 22 La gloria que me diste, yo les he dado,
para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en
ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el
mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado. Col.
1:15 15
El es la imagen del Dios invisible, el
primogénito de toda creación. Tanto
en el Antiguo como en una gran parte del Nuevo Testamento también
se indica que Dios existe como una Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo. Muchos creen que la doctrina de En
los principios del Génesis hay referencias al Espíritu de Dios, y
los pronombres personales en plural se usan para Dios como en el Génesis
1:26; 3:22; 11:7. Gn.
1:26 26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Gn.
3:22 22
Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre
es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que
no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y
viva para siempre. Gn.
11:7 7
Ahora, pues, descendamos, y confundamos
allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Frecuentemente,
en el Antiguo Testamento hay distinción dentro de la naturaleza de
Dios, en términos de Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Isaías,
en 7:14, habla del Hijo como Emanuel, «Dios
con nosotros», que tiene que ser distinto del Dios Padre y del
Espíritu. Este Hijo es llamado, en Isaías 9:6, «Dios
fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz». En
el Salmo 2:7, Dios Padre, referido como «Yo»,
indica que es su propósito tener a su Hijo como el supremo soberano
sobre la tierra. Por lo mismo que el Padre y el Hijo quedan
distinguidos, así Dios también se distingue del Espíritu Santo,
como en el Salmo 104:30, donde el Señor envía a su Espíritu. Sal.
2:7 7
Yo publicaré el decreto; Jehová
me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy. Sal.
104:30 30
Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra. A
estas evidencias hay que añadir todas las referencias del Ángel de
Jehová, que señala las apariciones del Hijo de Dios en el Antiguo
Testamento como uno enviado por el Padre, y referencias al Espíritu
del Señor, como el Espíritu Santo, distinto del Padre y del Hijo. A
esas evidencias del Antiguo Testamento el Nuevo añade una revelación
adicional. Aquí, en la persona de Jesucristo, está el Dios
Encarnado, concebido por el Espíritu Santo, y, con todo, Hijo de
Dios, el Padre. En el bautismo de Jesús, la distinción de Las
muchas indicaciones que hay, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, de que Dios existe o subsiste como trino y uno, han
conformado la doctrina de Aunque
la doctrina de Las
personas de C.
LOS NOMBRES DE DIOS. En
el Antiguo Testamento hay tres nombres atribuidos a Dios. El primer
nombre, «Jehová» o «Yahvé», es el nombre de Dios aplicado sólo
al verdadero Dios. El primer nombre aparece en conexión con la
creación en el Génesis 2:4, y el significado del nombre se define
en el Éxodo 3:13-14 como «Yo
soy el que soy», es decir, el existente por sí mismo, el
eterno Dios. El
nombre más común para Dios en el Antiguo Testamento es Elohim, una
palabra que es utilizada tanto para el verdadero Dios como para los
dioses del mundo pagano. Este nombre aparece en el Génesis 1:1. Se
ha debatido mucho este nombre, pero parece incluir la idea de ser el
«Uno y Fuerte», el Ser
que tiene que ser temido y reverenciado. A causa de estar en una
forma plural parece incluir a El
tercer nombre de Dios en el Antiguo Testamento es Adonai, que
comúnmente significa «dueño
o señor», y es utilizado, no solamente de Dios como nuestro
Dueño, sino también de los hombres que son amos sobre sus siervos.
Con frecuencia se une a Elohim, como en Génesis 15:2; y
cuando es usado así, recarga el énfasis del hecho de que Dios es
nuestro Amo o Señor. Muchas combinaciones de estos nombres de Dios
se encuentran a lo largo del Antiguo Testamento. El más frecuente
es Jehová Elohim, o Adonai Elohim. A
estas combinaciones de los tres primitivos nombres de Dios hay que añadir
muchos otros compuestos y que se encuentran en el Antiguo Testamento,
tales como: Jehová-jiré,
que significa «el Señor
proveerá» Gn.
22:13-14 13
Entonces alzó Abraham sus ojos y miró,
y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus
cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo. 14 Y llamó Abraham el
nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será
provisto. Jehová-rafah,
«el Señor que sana» Ex.
15:26 26
y dijo: Si oyeres atentamente la voz de
Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído
a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque
yo soy Jehová tu sanador. Jehová-nissi,
«el Señor es nuestra bandera» Ex.
17:8-15 8
Entonces vino Amalec y peleó contra
Israel en Refidim. 9Y dijo Moisés a Josué: Escógenos
varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la
cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. 10 E
hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés
y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. 11Y
sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas
cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las
manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la
pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur
sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo
en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. 13 Y Josué
deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 14 Y
Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di
a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del
cielo. 15 Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre
Jehová-nisi; Jehová-Shalom,
«el Señor es nuestra paz»
Jue.
6:24 24
Y edificó allí Gedeón altar a Jehová,
y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de
los abiezeritas. Jehová-sidkenu,
«el Señor es nuestra
justicia» Jer.
23:6 6
En
sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será
su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Jehová-sama,
«el Señor está presente»
Ez.
48:35 35
En derredor tendrá dieciocho mil cañas.
Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama.
En
el Nuevo Testamento se encuentran títulos adicionales en donde D.
LOS ATRIBUTOS DE DIOS. En
el Ser esencial de Dios hay ciertos atributos inherentes o
cualidades esenciales de Dios. Tales atributos están eternamente
mantenidos por el Dios Trino y Uno y son iguales para cada persona
de Dios
es Espíritu. Jn.
4:24 24
Dios es Espíritu; y los que le adoran,
en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Dios
es vida. Jn.
5:26 26
Porque como el Padre tiene vida en sí
mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; Dios
existe por sí mismo. Ex.
3:14 14
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL
QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió
a vosotros. Dios
es infinito. Sal.
145:3 3
Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. Dios
es inmutable o sin cambios. Sal.
102:27 27
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán. Mal.
3:6 6
Porque yo Jehová no cambio; por esto,
hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Stg.
1:17 17
Toda buena dádiva y todo don perfecto
desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación. Dios
es la verdad. Dt.
32:4 4
El es Porque
todos sus caminos son rectitud; Dios
de verdad, y sin ninguna iniquidad en él;
Es justo y recto. Jn.
17:3 3
Y esta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado. Dios
es amor. 1Jn.
4:8 8 El
que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. Dios
es eterno. Sal.
90:2 2
Antes que naciesen los montes Y
formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú
eres Dios. Jer.
23:23-24 23¿Soy
yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
24¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo
no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? Dios
es omnisciente. Sal.
147:4-5 4
El cuenta el número de las estrellas; A
todas ellas llama por sus nombres.
5 Grande es
el Señor nuestro, y de mucho poder;
Y su entendimiento es infinito. Y
Dios es omnipotente. Mt.
19:26 26
Y mirándolos Jesús, les dijo: Para
los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. Otras
variantes de tales atributos pueden verse en el hecho de que Dios es
bueno, Dios es misericordioso y Dios es soberano. Todas las
perfecciones están atribuidas a Dios de forma infinita, y sus obras,
así como su Ser, son perfectos. El gran diseño y los detalles del
universo son evidencia de su infinita grandeza y soberanía, su
poder, su sabiduría. Su plan de Salvación, según está revelado
en las Escrituras, es otra evidencia de su amor, su justicia y su
gracia. Ningún aspecto de la creación es demasiado grande para que
El tenga sobre todo lo existente un completo control, y ni siquiera
el más pequeño detalle, incluso la caída de un gorrión, es
demasiado pequeño para no quedar incluido en su plan soberano. E.
Los
atributos de Dios ponen de manifiesto que Dios es lo supremo sobre
todo lo existente. No queda nada sujeto a otro poder, autoridad o
gloria y no está sujeto a ninguna entidad que sea superior a El. El
representa la perfección hasta un grado infinito en cualquier
aspecto de su Ser. El no puede jamás ser sorprendido, derrotado o
disminuido. No obstante, sin sacrificar su autoridad o comprometer
la realización final de su perfecta voluntad, Dios se ha complacido
en dar a los hombres una medida de libertad y de elección, y para
el ejercicio de esta elección Dios mantiene al hombre responsable. A
causa de estar el hombre, en su depravado estado, ciego e insensible
a la obra de Dios, aparece claro en Jn.
6:44 44
Ninguno puede venir a mí, si el Padre
que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
Jn.
16:7-11 7
Pero yo os digo la verdad: Os conviene
que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de
justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y
de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Del
lado humano, sin embargo, el hombre es responsable de su
incredulidad y se le ordena que crea en el Señor Jesucristo con el
objeto de que pueda ser salvado. Mr.
1:15 15
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y
el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio. Hch.
16:31 31
Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Hch.
17:30-31 30
Pero Dios, habiendo pasado por alto los
tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo
lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido
un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón
a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos. Es
también verdad que en los asuntos de los hombres, especialmente de
los cristianos, Dios actúa para que se cumpla su voluntad. Fil.
2:13 13
porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Con
todo, El no fuerza a los hombres a que se entreguen a Dios, sino más
bien les exhorta a que lo hagan. Ro.
12:1-2 1
Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable
y perfecta. El
hecho de que Dios haya otorgado una cierta libertad al hombre no
introduce un factor de incertidumbre en el universo, puesto que Dios
se anticipa y conoce hasta el infinito todo lo que los hombres harán
en respuesta a las influencias divinas y humanas y que se producen
en sus vidas. Su soberanía, por tanto, se extiende infinitamente a
todo acto, incluso si temporalmente ha de ser en el mal, por
permitirlo, y que en última instancia todo redunda en que Dios
pueda ser glorificado. F.
EL MANDATO DE DIOS. El
propósito soberano de Dios se define teológicamente como el
mandato de Dios, refiriéndose al plan general que incluye todos los
acontecimientos de cualquier clase que puedan ocurrir. El mandato de
Dios incluye esos acontecimientos que Dios hace por sí mismo, y
también incluye todo lo que Dios lleva a cabo mediante la ley
natural, sobre la cual El es absoluto soberano. Más difícil de
comprender es el hecho de que su mandato soberano también se
extiende a todos los actos de los hombres, los cuales están
incluidos en su plan eterno. Aunque
sea incomprensible para nosotros, es evidente que el Dios
omnisciente, teniendo un completo conocimiento de lo que el hombre
hará en su libertad, al decidir conceder al hombre la libertad de
elección, no introduce ningún elemento de incertidumbre. El plan
divino, de acuerdo con esto, incluyó el permitir el pecado como Adán
y Eva lo cometieron, con todos los resultados de esta comisión del
pecado. Ello incluye el divino remedio de Cristo, muriendo en la
cruz, y toda la obra del Espíritu Santo en llevar a los hombres el
arrepentimiento y la fe. Aunque
la obra de Dios en el corazón humano es inescrutable, El
mandato de Dios puede ser dividido en subdivisiones tales como su
mandato de crear, su mandato de preservar el mundo, su mandato de
Providencia y su sabio gobierno del universo. Su mandato incluye las
promesas o alianzas de Dios, sus propósitos en PREGUNTAS 1. ¿Cómo podemos estimar la creencia común en la existencia de Dios? 2. ¿Por qué el ateísmo es irrazonable? 3. ¿Con qué claridad se manifiesta la revelación de Dios en la Naturaleza? 4. Definir cuatro sistemas de pensamiento que intenten explicar el universo sobre la base de un Ser superior. 5. ¿Cuál es el argumento ontológico para la existencia de Dios? 6. ¿Cuál es el argumento cosmológico para la existencia de Dios? 7. ¿Cuál el argumento teológico? 8. ¿En qué consiste el argumento antropológico para la existencia de Dios? 9. ¿Hasta qué extremo recarga el énfasis el Antiguo Testamento la unidad de Dios? 10. ¿En qué medida enseña el Antiguo Testamento la doctrina de la Trinidad? 11. ¿Y en cuál medida, también, lo hace el Nuevo Testamento? 12. Distinguir la doctrina de la Trinidad del triteísmo. 13. ¿Por qué no puede explicarse la Trinidad como tres modos de la existencia de Dios? 14. Explicar cómo la Trinidad se distingue por determinadas propiedades. 15. Establecer y definir los tres nombres más importantes de Dios en el Antiguo Testamento. 16. ¿Cuáles son algunos de los nombres compuestos que se mencionan para Dios en el Antiguo Testamento? 17 ¿Cuáles son los nombres distintivos de las tres personas de la Trinidad en el Nuevo Testamento? 18. Designar algunos de los atributos importantes de Dios según está revelado en la Escritura. 19. ¿Qué es lo que quiere significarse por soberanía de Dios? 20. ¿Qué quiere significarse por el mandato de Dios? 21. ¿En qué forma puede ser subdividido el mandato de Dios? 22. ¿De qué manera se distingue el mandato de Dios del fatalismo? 23. ¿Por qué la revelación bíblica pide nuestra sumisión, nuestro amor y la adoración en relación con Dios?
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