Bienvenido Inscripciones  |  Orientación  |  Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible

Seminario Reina Valera

Estudio Bíblico
Sinopsis A.T.
Sinopsis N.T.
Evangelismo
Misiones
Mundo Bíblico
Historia A.T.
Historia N.T.
Ministerio Pastoral
Formación Pastoral
Admin. Pastoral
Hermenéutica
Homilética
Oratoria
Educación Cristiana
Santidad Bíblica
Vida Espiritual
Consejería Pastoral
Consejería Cristiana
Teol. Sistemática 1
Teol. Sistemática 2
Vida de Jesucristo
Hechos Apostólicos
Historia Eclesiástica
Derechos Humanos
  22. La presentación

Oratoria es el arte de hablar en público con elegancia para persuadir, convencer, educar o informar a un auditorio. Se dan principios básicos de la comunicación, la pedagogía y la homilética para presentar discursos, conferencias, seminarios y sermones.

horizontal rule

35. LA PRESENTACIÓN PERSONAL

    De mucha importancia en la presentación del mensaje es la presentación y aspecto físico del predicador.  Una apariencia y postura incorrectas pueden causar tan mala impresión en los oyentes que les haga perder la atención, el interés y aun el provecho del sermón.  Por lo tanto bueno será tomar en cuenta algunas indicaciones al respecto.

1. Aspecto Físico:
 
    Antes de todo, preséntese lo más decente que sea posible en lo que se refiere al vestuario.  Debe haberse bañado, puesto ropa limpia y arreglada.  Evite estar despeinado, la solapa de su saco al revés, su cuello desdoblado, la corbata por un lado, sus botones descuidados.  Procure también que su calzado esté limpio.
 
2. Posición en el púlpito
 
    Al predicar, adopte una posición natural, procurando dominarse de tal modo que no este tieso, por una parte, ni excesivamente movible por la otra.  No esté paseándose constantemente de un extremo al otro de la plataforma, y al estar firme, evite estar doblando una o ambas piernas a la vez o canteando los pies como que no quisiera pararse en las plantas.  Jamás mueva el cuerpo sobre los pies firmes, balanceándose hacia adelante, atrás o hacia los lados como que fuera péndulo de un reloj de pared.
 
    Aparte de los ademanes necesarios, procure cultivar el reposo.  No se truene los dedos, se limpie las uñas, ni acaricie uno de los botones de su saco como procurando arrancarlo.  Tampoco se ajuste frecuentemente sus lentes (si los usa).  No juegue con su pañuelo, ni meta sus manos en los bolsillos, ni mucho menos juegue con objetos que en ellos lleve, como llaves, dinero, etc.
 
    También evite recostarse sobre el púlpito, y nunca ponga sus manos sobre la cintura dejando sus brazos en forma de orejas de jarro.  No se abroche y desabroche el saco, ni esté constantemente subiéndose los pantalones, dando la impresión de que los tiene flojos.
 
     Con un poco de atención a estas cosas, usted logrará una apariencia y posición correctas y decentes.

 

36. LA VOZ EN LA PREDICACIÓN

    Es muy claro que sin la voz es materialmente imposible predicar.  Es necesario, pues, utilizar este precioso instrumento de la mejor manera posible cuando predicamos el mensaje del Señor.  En forma muy sencilla daremos aquí algunas indicaciones.

  1. La voz debe ser audible, es decir, que se pueda oír en todos los ámbitos del local.  Siendo que predicamos para que la gente oiga, debemos evitar hablar tan suave que muchos se queden adivinando lo que dijimos.
  2. La pronunciación de las palabras debe ser clara.  Esto se logra poniendo especial cuidado en ello, para que no haya palabras dichas a medias.  Muchas veces la mala pronunciación resulta de una excesiva velocidad al hablar.
  3. Aunque la voz debe ser flexible según la expresión que tengamos que imprimirle a lo que decimos, no permitamos un deslizamiento de volumen de manera que se vaya extinguiendo a medida que va finalizando el párrafo o período hasta que ya la última palabra no se oiga.
  4. Deben evitarse los gritos, especialmente si el auditorio es pequeño, puesto que ello es desagradable a los oyentes, y además se maltrata la garganta de tal modo que al terminar, casi siempre, estará uno afónico.
  5. No hay que afectar el tono de voz, como que está llorando o declamando.  El predicador que siempre declama su mensaje hace que éste pierda fuerza.  El que parece llorar denota debilidad.  Ante todo debemos demostrar la naturalidad.

 

37. LA ACTITUD DEL PREDICADOR EN EL PÚLPITO

    Mucho del éxito del mensaje depende de la actitud que el predicador presente al estar frente a su auditorio.  Hay algunas actitudes incorrectas e inconvenientes que será bueno apuntar para evitarlas.

  1. Una actitud pretenciosa.  Se puede manifestar por gestos y por expresiones o palabras con los cuales se dé la impresión de que uno es demasiado capaz para el oficio que está ejerciendo.  Si usa un lenguaje o expresiones que bien sabe son incomprensibles a su auditorio, muestra con ello una actitud pretenciosa.
  2. Una actitud de superioridad.  Si usted comienza diciendo que espera que sus oyentes puedan entender el “difícil” asunto que va a tratar, les hará sentirse inferiores a usted y seguramente no le oirán con gusto.
  3. Una actitud indiferente.  Esta se muestra muchas veces por no levantar jamás su rostro para mirar a su auditorio, como si sólo predicara para sí mismo.
  4. Una actitud egoísta.  Se puede ver cuando el predicador hace demasiadas alusiones a propia persona, a sus éxitos, a su educación, etc.
  5. Una actitud descuidada.  No comience pidiendo disculpas por la pobreza de su sermón que va a predicar, o comenzando a hablar de generalidades de poca importancia.  El descuido en su preparación saltará a la vista y el auditorio nunca excusa al predicador descuidado.

 

38. LA VARIEDAD EN LA PREDICACIÓN

    Un aspecto muy importante del ministerio de la predicación es de proveer a nuestro oyentes una variedad en la predicación.  La monotonía en la predicación es algo que tenemos que evitar si vamos a tener éxito en el ministerio cristiano.  Esta variedad deseada se puede obtener si observamos las siguientes sugerencias.

  1. Mantener un énfasis equilibrado sobre todas las doctrinas.  Hay muchas doctrinas bíblicas que deben ser predicadas.  El predicador debe tener cuidado de no predicar todos sus sermones sobre “El Arrepentimiento” o “La Necesidad de ser Salvo”.  Hay mucho más en la Biblia que sólo estas doctrinas.  Procure balancear sus mensajes de modo que al cabo de un año, habrá predicado sobre todas las doctrinas básicas de la fe cristiana.
  2. Usar de toda clase de textos bíblicos.  El predicador debe predicar de toda la Biblia, no solamente de los Salmos o de los Evangelios.  Si queremos tener un ministerio fructífero debemos estar buscando los “tesoros escondidos” de toda la Biblia y prepararlos para presentarlos a nuestra congregación.
  3. Predicar diferentes tipos de mensajes.  Hay tres tipos principales de sermones:  de texto, de asunto o tópico, y de exposición.  El mensaje basado en un éxito es el sermón textual.  Cuando se decide tratar un tema o tópico como “La Santificación”, el sermón es topical.  El sermón expositivo es el que se basa en una porción bíblica y lo explica a fondo, sacando del mismo pasaje los puntos principales del mensaje.

    El Predicador debe usar todos estos tipos de mensajes, pero el más provechoso es el sermón expositivo.  Cuesta más la preparación, pero es de mayor beneficio tanto al predicador como a los oyentes.

 

39. PLANEANDO LA PREDICACIÓN

    Una de las principales razones por qué hay tanta monotonía y falta de cualidad en muchos púlpitos es por falta de tener un plan.  Uno de los pasos más saludables que un predicador puede tomar es dedicarse a la proyección de un plan definido para su ministerio desde el púlpito.

    Una de las grandes tragedias del púlpito es que muchos predican sin tener un plan, y esperan que en el momento el Señor les dará lo que deben decir.  Pero ni el Señor, ni el Espíritu Santo puede honrar la pereza.  Algunos alegan que un plan estorba la dirección del Espíritu Santo.  Pero esto es lejos de la verdad.  El Espíritu Santo no está limitado a dirigir al predicador sólo está haciendo su plan de predicación.

CÓMO HACER UN PLAN DE PREDICACIÓN

  1. Orar, pidiendo la voluntad y dirección de Dios.  Recordemos que el propósito principal de tener un plan de predicación es servir mejor a las necesidades espirituales de nuestra congregación.  Pero sólo Dios sabe en realidad cuáles son estas necesidades.  Por eso tenemos que buscar la dirección divina.
  2. Escriba una proyección de mensajes:  Al principio será mejor limitarse a un plazo corto, como de un mes.  Después de tener un poco de experiencia puede proyectar el plan para dos meses o para el trimestre.  No está fuera de orden pensar al fin en una proyección anual.  Al escribir su proyección tenga presente los siguientes puntos:
    1. Revise los sermones que ha predicado durante los últimos tres meses.  Esto evitará que siga una rutina o que predique del mismo tema.
    2. Tenga presente que los mensajes deben abarcar todas las doctrinas y los propósitos de la predicación cristiana.
    3. Tome en cuentas los eventos especiales en el calendario, como “Día de la Madre”, “Día de la Biblia”, “Día del Haber”.  Así podrá incluir en su plan algo apropiado para ese día.
    4. Considere la posibilidad de una serie de mensajes sobre algún libro de la Biblia, o sobre algún tema de importancia.  La serie basada en un libro o epístola es de muy grande beneficio.

 

40. ADVERTENCIAS FINALES

    Después de los asuntos tratados en las últimas lecciones, algún estudiante podría sentirse amedrentado o cohibido, pensando que es demasiado difícil predicar bien.  Recuerde, sin embargo, que esas recomendaciones sirven únicamente para MEJORAR lo bueno que ya tiene en el llamamiento que ha recibido del Señor a predicar su Palabra.

    Las cosas que recomendamos procurar, son muy útiles y por ello es bueno tomarlas muy en cuenta para mayor eficacia de nuestro ministerio y para lo gloria del Señor.  Pero lo más esencial es la preparación espiritual, como lo expresa el gran predicador Carlos H. Spurgeon cuando dice:  “Jesús dijo, la vida es más que el alimento y el cuerpo que el vestido”.  Del mismo modo, la parte espiritual del mensaje es más que esos detalles.  Predicadores correctos en sus maneras pueden ser muy pobres espiritualmente en el contenido del sermón; y predicadores con muchos defectos de expresión han sido grandes profetas del Señor.  Pero si es posible, procuremos lograr lo mejor uniendo a lo esencial lo que es auxiliar. 

 
1. Hablar
2. Estilo
3. Discurso
4. Desarrollo
5. Presentación
6. Lenguaje
7. Imagen
8. Apoyo
9. Flexibilidad
10. Preguntas
11. Enseñanza
12.Adultos
13. Grupos
14. Recursos
15. Actividades
16. Técnicas
17. Homilética
18. Mensaje
19. Material
20. Divisiones
21. Métodos
22. Predicación
 

Inscripción fácil   al SRV con su nombre y correo electrónico - más revista estudiantil para alumnos.

Conozca la razón del seminario, la visión del rector, y los testimonios de seminaristas preparándose.

Orientación para ingresados al seminario más instrucciones para estudiar por Internet.

Consiga hoy el título ministerial "Diplomado en Teología." Su estudio merece ser reconocido.

 
 
Bienvenido Inscripciones  |  Orientación  |  Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible